Un inicio prometedor con estilo propio
Bandai Namco Studios Singapore y Malaysia presentaron Hirogami con una estética inspirada en el origami que rápidamente captó miradas. Su mundo de papel, Papyrunium, y la propuesta de transformar al protagonista Hedo en animales de origami parecían frescos y memorables. Sin embargo, tras completar la aventura, la experiencia final no logra sostener el mismo nivel de impacto.
Aquí un vistazo a su tráiler.
Una historia que acompaña, pero no emociona
La narrativa ocupa un lugar secundario. Hedo, un joven de Shinshiki, debe purificar santuarios y salvar a su aldea de la corrupción. Aunque muestra inseguridad y cierto carisma, los aliados que lo acompañan carecen de desarrollo. El relato funciona más como escenario que como motor para el jugador.
Jugabilidad: transformaciones con potencial desaprovechado
El atractivo principal está en las transformaciones en animales de origami:
- Armadillo: rodar y romper obstáculos.
- Rana: saltos altos y proyectiles pegajosos.
- Araña: movilidad con balanceo y ruptura de barreras.
Cambiando entre formas es rápido e intuitivo, pero, salvo algunas excepciones, los usos resultan obvios y repetitivos. El diseño de niveles ofrece puzzles ligeros, combates simples y plataformas poco inspiradas. Aunque hay momentos ingeniosos —como deslizarse con el frágil cuerpo de papel en corrientes de aire—, estos son escasos.
Problemas de diseño y pulido
A pesar de su presentación llamativa y un rendimiento estable, el juego sufre de varios fallos técnicos. Glitches que dejan al personaje atrapado o mecánicas que dejan de funcionar interrumpen el progreso y afectan la experiencia. Estos problemas, sumados a enemigos sin impacto real y objetos colocados de forma evidente, hacen que el ciclo de juego carezca de recompensa significativa.
Rejugabilidad limitada
Hirogami incluye misiones opcionales, ornamentos que actúan como mejoras y reliquias que llenan una galería de arte y música. Aunque estas opciones añaden objetivos, la falta de variedad en los niveles hace que repetirlos se sienta monótono, reduciendo la motivación para completarlo al 100%.
Veredicto
Hirogami es un título con ambición y estilo, pero que no alcanza a desplegar todo su potencial. Su arte origami, su música y algunas ideas brillantes lo distinguen, pero la jugabilidad repetitiva, la narrativa débil y la falta de pulido lo dejan en un punto intermedio.
Puntuación: 6/10