La franquicia Killing Floor ha sido durante años un referente para los fans de los shooters cooperativos centrados en la supervivencia. Con su tercera entrega, Tripwire Interactive busca actualizar la fórmula clásica con una jugabilidad más ágil, nuevos enemigos y mejoras visuales. Sin embargo, la sensación general es que estamos ante un título que, si bien pulido, no está del todo completo.
¿Qué es Killing Floor 3?
Killing Floor 3 es un juego de disparos cooperativo en primera persona donde hasta seis jugadores enfrentan oleadas de criaturas llamadas Zeds. El objetivo principal es sobrevivir a cinco rondas de acción intensa y derrotar a un jefe final. No hay una narrativa lineal ni campaña tradicional: todo gira en torno al combate y la progresión.
Aquí un vistazo a su tráiler de lanzamiento.
Jugabilidad renovada, pero sin novedades de peso
El núcleo de la experiencia sigue intacto: defenderse de oleadas, mejorar equipo entre rondas y colaborar con el equipo. Las mecánicas básicas como el desplazamiento, el disparo y la interacción con el entorno se sienten más fluidas que nunca, gracias a una mejora en la movilidad, que ahora permite correr, deslizamientos, trepar estructuras y ejecutar maniobras evasivas con mayor precisión.
Aunque el ritmo de juego es rápido y divertido, sufre por la falta de modos de juego. La única opción es el modo Supervivencia, lo cual limita la variedad a largo plazo.
Contenido inicial limitado
Al momento del lanzamiento, el juego ofrece:
- 1 modo de juego: Supervivencia
- 6 clases jugables (perks)
- 30 armas disponibles, más cuchillo por clase
- 13 tipos de enemigos
- 3 jefes principales
- 8 mapas
- 2 niveles de dificultad extra
- Mutaciones semanales
Aunque estas cifras parecen aceptables, palidecen al compararse con Killing Floor 2, conocido por su gran cantidad de contenido, eventos y variedad de desafíos.
Las clases: Diversión táctica en equipo
Cada perk está diseñado para ofrecer una experiencia única, tanto en combate como en su estilo de juego. Las seis clases disponibles al inicio son:
- Comando: equilibrado con armas automáticas
- Firebug: experto en armas incendiarias y control de área
- Sharpshooter: francotirador con habilidades de congelación
- Ninja: enfocado en ataques cuerpo a cuerpo rápidos
- Ingeniero: trampas, torretas y utilidad
- Médico: curación a distancia con armas que disparan dardos
La progresión ahora inicia desde el nivel 2 (en lugar del 5 como en KF2), con desbloqueo de habilidades cada dos niveles, hasta el 30. Esto brinda una sensación constante de avance y permite crear variantes dentro de cada clase. Por ejemplo, puedes especializar al Ninja en parrys que curan o al Sharpshooter en daño por posición defensiva.
Armas y progresión: Un sistema que necesita ajustes
El sistema de progresión armamentística es uno de los puntos más criticados. A pesar de que hay variedad en las armas y mejoras disponibles, el diseño actual penaliza el progreso en medio de las partidas. Las armas iniciales, si se mejoran en el hub central (el Armory), superan incluso a las de más alto nivel disponibles en combate. Esto crea una contradicción: ¿para qué ahorrar y comprar las armas más caras si tus iniciales mejoradas son más efectivas?
Este problema afecta el equilibrio y genera una experiencia donde el jugador no siente incentivo real por experimentar o cambiar de equipo.
Zeds y enemigos: El caos nunca fue tan realista
Killing Floor 3 brilla al presentar enemigos visualmente impactantes y con comportamientos más creíbles. Los 13 tipos de Zeds cuentan con animaciones mejoradas, físicas realistas y reacciones detalladas a los impactos.
- Scrakes: ahora con mejoras cibernéticas y nuevas armas
- Sirens: más agresivas, capaces de desorientar al equipo
- Bloat: escupen ácido con mayor frecuencia
- Reinas y jefes: variedad táctica en cada encuentro final
Gracias al nuevo sistema de físicas, los Zeds dejan marcas de destrucción en el entorno, salpican sangre de forma exagerada y reaccionan a los disparos con un nivel de detalle pocas veces visto en shooters cooperativos.
Mapas: Diseño funcional, pero genérico
Los 8 mapas tienen diseños diferentes, aunque comparten una estética post-apocalíptica bastante homogénea. Hay algunos elementos tácticos que aportan variedad:
- Radar Station: atmósfera lúgubre con bosques y luna llena
- R&D Lab: varias plantas, tirolesas, pero también riesgo de muerte por caída
- Convoy: defensas automáticas bien distribuidas
Sin embargo, el juego carece de mapas verdaderamente memorables o con narrativa visual profunda. La variedad es más funcional que estética.
¿Qué hay para hacer además de sobrevivir?
Tripwire ha incluido mutaciones semanales, que son partidas con modificadores aleatorios que benefician a los Zeds. También hay misiones secundarias dentro de cada partida (correr cierta distancia, eliminar enemigos específicos, escanear zonas) que otorgan experiencia y materiales para mejoras.
Además, puedes destruir objetos como cámaras y máquinas expendedoras para obtener más recursos, lo cual le da un pequeño elemento de exploración al combate.
Stronghold: el centro de operaciones
El hub central no solo sirve para relajarse entre partidas, sino también para:
- Personalizar clases, armas y habilidades
- Participar del sistema de progresión persistente
- Acceder al modo multijugador multiplataforma
- Interactuar con la tienda de cosméticos (no obligatoria)
Aquí también puedes mejorar permanentemente tus armas, ajustar la configuración de tus perks y administrar la progresión de tu pase de temporada.
¿Y las microtransacciones?
Aunque el juego cuenta con tienda interna y pase de temporada, estas opciones no son invasivas. La personalización se limita a cascos y armaduras, y no hay ventaja competitiva por pagar. Eso sí, la variedad de cosméticos es bastante limitada en este momento.
Comparación con Killing Floor 2
Killing Floor 2 ofrecía más contenido al final de su ciclo, con múltiples modos, eventos, clases adicionales y cientos de skins. Killing Floor 3 ha optado por lanzar una base pulida pero reducida, con la promesa de expandirse a lo largo del tiempo.
Esto puede ser decepcionante para los veteranos, pero más accesible para nuevos jugadores. El problema es que Tripwire no ha comunicado claramente si adoptará el mismo modelo de actualizaciones gratuitas que funcionó tan bien en el pasado.
¿Vale la pena jugarlo?
Killing Floor 3 ofrece una experiencia sólida, con mecánicas refinadas, excelente rendimiento técnico y momentos de acción cooperativa genuinamente divertidos. Pero sufre por el contenido limitado, la ausencia de una campaña, un sistema de armas contradictorio y la falta de variedad en mapas y modos.
Recomendado si:
- Te encantan los shooters cooperativos
- Tienes amigos con quienes jugar en línea
- Disfrutas las clases con progresión y personalización
No recomendado si:
- Esperas una experiencia completa desde el día uno
- Buscas profundidad narrativa o variedad de modos
- Eres fan veterano con expectativas altas tras KF2
Conclusión
Killing Floor 3 es una base prometedora que necesita expandirse para convertirse en el título que los fans esperan. Su jugabilidad es rápida y divertida, sus clases están bien diseñadas y el combate se siente satisfactorio. Pero aún falta contenido, profundidad táctica y modos adicionales para mantener a los jugadores enganchados por más de un fin de semana.
Si Tripwire sigue el camino de actualizaciones constantes como lo hizo en el pasado, esta tercera entrega podría convertirse en un éxito duradero. Por ahora, es un buen comienzo, pero solo eso.