Visualmente, la película está al nivel de los previos trabajos de Snyder como 300 y Sucker Punch. Esta última, aunque no tan exitosa, es un festín para los ojos. La narrativa la llevó lineal, desistiendo de hacerla a lo Nolan con narrativa no lineal, dándole un toque distinto, y posiblemente uniforme a las películas que vayan a salir de DC Comics, lo que en mi opinión es muy bueno. En la partitura musical de la película, La combinación del compositor Hans Zimmer con el DJ de música electrónica XL Junkie le vino como anillo al dedo. En teoría, esto es receta para un desastre, pero en ejecución es brillante. Cuando la oyes, no sabes donde acaba lo clásico y comienza lo moderno.
En cuanto al talento actoral, casi todos los actores envueltos la ponen en la luna, en especial, Ben Affleck como Bruce Wayne y Batman. No es una copia del Batman de Christian Bale ni de Michael Keaton. El hace suyo este personaje; le da su toque personal a la vez que muestra influencias de las historias publicadas previamente, en especial The Dark Knight Returns, que es la base de este Batman.
Para finalizar esta reseña sin hablar más de la historia, lo que presentaron en los trailers de la película, contrario a lo que personalmente pensaba, no cuenta TODA la película. Hay mucha historia por contar en esta película. Adicional a eso, les digo que Marvel va a tener que aumentar su apuesta cinematográfica si DC sigue esta intensidad constante.
NOTA PARA DAWN OF JUSTICE: A- (A menos)