Roadcraft no es solo un juego de camiones ni un clon más de SnowRunner. Es una propuesta ambiciosa que mezcla exploración, simulación, gestión de recursos y estrategia empresarial en un entorno devastado por fenómenos naturales. Publicado por Saber Interactive, este título te coloca en el centro de operaciones de una empresa de restauración de infraestructura, donde tu misión es reconstruir regiones afectadas tras desastres como inundaciones, derrumbes y terremotos. Aquí su tráiler.
Una experiencia más allá de la conducción
En lugar de ser simplemente un conductor, aquí asumes el rol de jefe de operaciones. Tu tarea es restaurar sistemas, reconstruir rutas y devolver la funcionalidad a zonas críticas. Esto implica mucho más que maniobrar entre lodo y escombros: deberás planificar rutas, asignar recursos, coordinar maquinaria pesada y tomar decisiones logísticas constantemente.
Desde el primer momento, el juego establece que no es un sucesor 1:1 de SnowRunner. La conducción sigue presente, pero es solo una parte de una experiencia mucho más compleja. En Roadcraft, para cada tramo recorrido hay al menos cuatro tareas que pueden surgir: despejar caminos, construir puentes, reciclar materiales y restaurar líneas eléctricas. La escala es mayor y el reto, también.
Reconstrucción en múltiples capas
Una de las mecánicas centrales y más atractivas es la posibilidad de construir carreteras. No solo se trata de seguir caminos preestablecidos: puedes crear rutas desde cero utilizando maquinaria como volquetes, niveladoras, camiones mezcladores y rodillos. El proceso implica rellenar terreno, aplanar, asfaltar y compactar. Es un sistema profundo y flexible, que permite resolver problemas de manera creativa.
Por ejemplo, si un barranco bloquea el paso, puedes improvisar con tubos y chatarra para crear una base, luego reforzarla con arena y finalmente convertirla en una ruta transitable. Esta libertad de acción es uno de los puntos fuertes del juego, y recompensa tanto la improvisación como la planificación meticulosa.
Un parque vehicular impresionante
Roadcraft ofrece más de 40 vehículos con funciones únicas. Desde grúas hasta taladores de árboles, pasando por camiones especializados en tender líneas eléctricas o mover estructuras pesadas, cada máquina tiene un propósito y un set de controles específicos. Cambiar entre vehículos es fluido y necesario para progresar, y conocer sus capacidades se vuelve esencial en misiones más complejas.
Además, el juego permite vender vehículos duplicados y desbloquear versiones mejoradas a medida que avanzas. La gestión del garaje y el parque vehicular añade una capa adicional de estrategia a largo plazo.
Exploración, reciclaje y restauración
Explorar zonas afectadas también implica limpiar escombros, recoger chatarra y reutilizar materiales. En ese sentido, el juego tiene momentos que recuerdan a Powerwash Simulator o House Flipper, donde la limpieza y la mejora gradual del entorno resultan terapéuticas y gratificantes.
Cada material reciclado se puede reinvertir en nuevas construcciones o mejoras. Esto genera un ciclo adictivo: cuanto más limpias y reparas, más recursos obtienes para seguir reconstruyendo. Incluso tareas pequeñas, como rescatar un tubo abandonado o restaurar una valla, se sienten significativas gracias a este sistema de retroalimentación constante.
Cooperativo con propósito
Roadcraft permite jugar en modo cooperativo hasta con tres jugadores. Puedes asignar tareas específicas a tus compañeros: uno puede encargarse de explorar, otro de limpiar y otro de planificar rutas. El juego también cuenta con herramientas para evitar que jugadores aleatorios arruinen tu partida si decides abrirla al público.
La cooperación se siente natural y necesaria en misiones más grandes, y el diseño del juego recompensa la coordinación entre roles, haciendo de cada sesión multijugador una experiencia distinta.
Apartado técnico: luces y sombras
Visualmente, Roadcraft logra transmitir una atmósfera postapocalíptica efectiva. Las animaciones de los vehículos, los efectos del agua y el barro, y los detalles como los movimientos hidráulicos están muy bien logrados. Sin embargo, el rendimiento deja que desear. Hay pop-in notable, incluso a distancias cortas, y algunas zonas generan caídas de framerate importantes.
Sonido funcional y música ambiental
La música cumple sin destacar: suaves arreglos de guitarra estilo western acompañan las misiones, sin robar protagonismo. En cuanto al sonido, los efectos de motor, impactos, arrastre de materiales y grúas en movimiento están bien logrados y refuerzan la inmersión. La voz que actúa como operadora del juego cumple su función de guía sin sobresalir, pero mantiene el ritmo narrativo fluido.
Problemas técnicos menores, pero presentes
El título también presenta algunos bugs, especialmente al intentar giros cerrados cerca de estructuras grandes. En ocasiones, los vehículos quedan atascados dentro de edificios. Aunque un cambio rápido de vehículo o un reinicio del punto soluciona el problema. También hay problemas con la IA: los vehículos automatizados pueden fallar estrepitosamente si no se les asignan rutas claras. Causando accidentes en cadena que afectan la progresión.
¿Es divertido Roadcraft?
Sí, pero con matices. Roadcraft no es para todos. Quienes busquen un simulador de conducción puro quizá se sientan decepcionados por la ausencia de mecánicas como el consumo de combustible o los daños al motor. Pero quienes disfrutan de planificar, optimizar recursos y construir de forma metódica encontrarán aquí horas de satisfacción.
El juego crea un fuerte sentimiento de “una tarea más antes de apagar”. Lo cual es indicativo de su capacidad para enganchar. Incluso con sus fallos, Roadcraft tiene una personalidad propia que lo separa de títulos similares.
Conclusión
Roadcraft es un simulador híbrido que logra combinar exploración, construcción y gestión con una narrativa implícita de recuperación y resiliencia. A pesar de sus problemas técnicos y una curva de aprendizaje pronunciada, ofrece una experiencia única que recompensa la creatividad, la paciencia y la estrategia.
Con más de 60 horas de contenido, un sólido modo cooperativo y un enfoque distinto dentro del género. Este juego se gana su lugar en la biblioteca de cualquier fan de los simuladores. No es perfecto, pero sí altamente recomendable para quienes buscan algo diferente.