Un regreso al pasado… desde el lado de la ley
En 1997, Grand Theft Auto revolucionó el gaming apostando por la vida criminal como eje central de su jugabilidad. Sin embargo, The Precinct, del estudio Fallen Tree Games, se atreve a explorar el otro lado de la moneda: el del cumplimiento de la ley. Y lo hace en un homenaje descaradamente ochentoso que funciona sorprendentemente bien.
Ambientado en una ciudad ficticia llamada Verno City, este título nos traslada a una época sin teléfonos inteligentes, redes sociales ni cámaras corporales. Solo una radio, tu compañero y el deber. El resultado: una experiencia inmersiva que mezcla acción, nostalgia y procedimientos policiales con una estética retro cautivadora.
Aquí compartimos su tráiler de lanzamiento.
Estilo visual y ambientación: lluvia, neón y caos urbano
Uno de los grandes aciertos del juego es su dirección artística. Con una vista isométrica y una paleta cargada de tonos lluviosos y neón, The Precinct evoca de inmediato los clásicos procedimentales televisivos de los 80. El juego logra que patrullar las calles mojadas de Verno se sienta como vivir dentro de un capítulo de Hill Street Blues o Miami Vice.
La ciudad es caótica, peligrosa y absurdamente viva. Asaltos a bancos, borrachos al volante, contrabando, persecuciones y misiones aéreas en helicóptero forman parte del menú diario de tu jornada como oficial.
Jugabilidad: adrenalina policial con toques de rutina
La campaña que ronda las 12 horas. The Precinct ofrece mecánicas que combinan acción vehicular, exploración urbana y simulación policial. Puedes patrullar a pie o en carro, realizar arrestos y perseguir delincuentes. Incluso utilizar helicópteros para identificar amenazas desde el aire.
El juego recompensa a los jugadores que siguen el protocolo adecuado: pedir identificaciones, usar fuerza no letal, y evitar errores como acusar sin pruebas. Esto se traduce en mayor experiencia y acceso a mejoras, como vehículos blindados o capacidad de pedir refuerzos.
Aunque algunos eventos se vuelven repetitivos cerca del final, la variedad de crímenes mantiene el interés por gran parte del recorrido.
Entre clichés y humor intencional
La narrativa se apoya en estereotipos clásicos: el novato idealista, el veterano cansado, el jefe gritón, e incluso un agente llamado Kowalski. La historia no intenta profundizar en el debate real sobre el papel de la policía, sino que opta por una visión idealizada donde “proteger y servir” es la regla dorada.
El guion, aunque un tanto sobreactuado y con líneas que rozan lo caricaturesco, acompaña bien el tono general del juego. No ganará premios, pero sí logra sacar una sonrisa.
Conducción y combates: entre Driver y GTA
La conducción es uno de los puntos más pulidos del juego. A pesar del diseño “de juguete” de los autos, los vehículos responden con peso y realismo, permitiendo maniobras complejas como giros en 180 grados. En momentos, las persecuciones recuerdan más a Driver que al clásico GTA original.
Los tiroteos y arrestos están bien implementados, aunque eventualmente pueden volverse predecibles. Aun así, el sistema de progresión y la posibilidad de manejar casos más complejos dan espacio a una jugabilidad más profunda para quienes lo deseen.
Detalles técnicos y aspectos mejorables
No todo es perfecto. The Precinct sufre de algunos bugs menores, físicas que desafían la gravedad y paredes invisibles que rompen la inmersión. Además, el sistema de penalización por uso excesivo de la fuerza puede frustrar. Especialmente cuando el juego interpreta erróneamente una situación de defensa propia.
Sin embargo, estos detalles no opacan la experiencia general, que resulta fresca, entretenida y muy bien ambientada.
Un homenaje con identidad propia
The Precinct no es solo un “GTA donde eres policía”. Es una carta de amor a los dramas policiales ochenteros. Además, es una curiosa apuesta por devolverle emoción al cumplimiento de la ley. Con una ambientación sólida, mecánicas bien diseñadas y un respeto por el procedimiento policial (aunque idealizado), Fallen Tree Games logra una propuesta que vale la pena probar.
Puede que no revolucione el género, pero sin duda aporta una perspectiva refrescante. Es ideal para los que alguna vez soñaron con ser los buenos… aunque solo fuera en los videojuegos. Para la reseña nos brindaron una copia del juego para Xbox Series X|S. También está disponible para PC y PlayStation 5.