Reseña: Gifted

La semana pasada estrenó en Fine Arts el filme “Gifted” del novato director Marc Webb (“(500) Days of Summer”, “The Amazing Spider-Man”). El filme cuenta la historia de “Mary Adler” (Mackenna Grace), una niña genio de 7 años que vive con su tío (Chris Evans) y comienza su primer grado en una escuela publica en Florida. Desde su primer día, la maestra de “Mary” (Jenny Slate) se percata de su talento intelectual y junto a la administración de la escuela, le ofrecen al tío “Frank” reubicarla en una escuela para niños dotados . “Frank no accede porque quiere que “Mary” tenga una niñez completa. Es entonces que la madre de “Frank” y abuela de “Mary” comienza una batalla legal por la custodia de la niña.

 

 

Esta película goza de muchos momentos conmovedores y especiales, pues se trata de un tema universal como lo es la familia. La trama desarrolla la disfuncionalidad familiar y como afecta a todos los que la componen. El guión original de Tom Flynn (“Watch It”) logra hacer del filme uno que se asemeja a la realidad cotidiana: todos tenemos un familia que tanto queremos como repudiamos.  El espectador se podrá ver reflejado en algún personaje en particular, pues cada uno destaca una cualidad específica dentro del núcleo familiar. “Mary” es una niña genio con gran intelectualidad pero un tanto antisocial. “Frank” es un hombre con mucho potencial pero sin muchas aspiraciones. “Evelyn Adler” (Lindsay Duncan), es una madre y abuela  fría pero con grandes ambiciones y logros.

 

 

Las actuaciones de todo el elenco son excelentes. Es posible que sea hasta el momento la mejor actuación de Chris Evans. Como tío y padre de crianza de “Mary”, Chris Evans logra capturar todas las emociones que su personaje sufre y junto a la actuación orgánica de Mackenna Grace es posible cimentar el fuerte vinculo entre sus dos personajes. Hay una escena bien dirigida por Marc Webb donde se refleja sublime el lazo que une a “Frank” y a “Mary”.  Vemos a dos seres que se aman con tanta intensidad que sus sombras hacen una.

 

 

Por otro lado, la actuación de la abuela y madre distante y frígida de Lindsay Duncan hacen de esta película una mas completa, pues en esta trama todos son humanos y no hay víctimas ni victimarios. Las personificaciones de Octavia Spencer como vecina y casera de “Frank” y “Mary” y Jenny Slate como la maestra de “Mary”, le imparten el toque de la familia extendida, personas que no son familia consanguínea pero por elección.

 

En fin, un filme con una historia bonita donde el amor nos recuerda quienes somos.