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Reseña: Wild Hearts

Durante mucho tiempo, “Monster Hunter” no tuvo rivales. El juego de rol y acción de Capcom se labró un nicho distintivo en el panorama de los videojuegos, pero a medida que crecía en popularidad, más juegos siguieron el camino que abrió.

Bandai Namco intentó capturar parte de su magia con la serie “God Eater”, mientras que el título de Capcom fue una clara inspiración para el juego gratuito “Dauntless” de Phoenix Labs. Aunque estos esfuerzos tenían su propia visión de la fórmula de “Monster Hunter”, parecían más imitaciones u odas a la icónica serie que competidores legítimos.

Eso cambia con “Wild Hearts” de Omega Force. Publicado por Electronic Arts, este título de caza pone a los jugadores en el papel de un cazador creado por el jugador que encuentra un misterioso objeto llamado Karakuri mientras vaga por la tierra de Azuma. Este objeto es absorbido por el cuerpo y pronto el cazador es capaz de invocar artilugios mecánicos de madera a voluntad.

Es una tecnología perdida hace mucho tiempo, y con ella, los jugadores tienen una herramienta que iguala las probabilidades cuando cazan criaturas enormes llamadas Kemono. Estas bestias se basan en animales de la vida real como jabalíes, lobos y águilas, pero se les infunden elementos de los entornos naturales, lo que las hace parecer más bien algo salido de “Princess Mononoke”.

Como cazador con este poder, los jugadores se convierten en el campeón de la Aldea Minato, un puesto de avanzada antaño floreciente lleno de reliquias Karakuri que ya no funcionan. Al ayudar a sus habitantes, los jugadores aportan vida y esperanza mientras se defienden de los Kemono que se han apoderado de la tierra.

MUNDOS INMENSOS Y KARAKURI

La premisa y la fantástica ambientación japonesa dan a “Wild Hearts” una identidad que destaca. Aunque no es tan consistentemente bello como “Monster Hunter”, los mapas son más grandes, extendiéndose por lo que parecen hectáreas. Peligrosa flora y fauna salpican el paisaje y deambulan por el terreno. Los jugadores pasarán horas descubriendo cuevas ocultas o caminos nuevos que pueden haber pasado por alto.

El tamaño puede intimidar, pero por suerte, los jugadores tienen a Karakuri para ayudarles a atravesar los mapas. Los jugadores pueden construir Lianas Voladoras que crean tirolinas por barrancos o acantilados. Los jugadores pueden establecer campamentos para desplazarse rápidamente por lugares clave. Incluso pueden construir una estación para un vehículo Roller que les ayude a desplazarse más rápidamente. Lo más destacable es que los objetos que construyen los jugadores duran más allá de una misión y eso les da capacidad para moldear el entorno de la forma que consideren oportuna.

Los jugadores pueden crear campamentos o destruirlos. El único factor que gobierna son las Fosas de Dragón repartidas por el mapa. Limitan cuánto puede construir un cazador, pero a medida que mejoran sus recursos, los jugadores pueden construir más Karakuri para facilitarles la vida. Es un elemento un poco “Minecraft”.

ENCONTRAR UNA VENTAJA CON KARAKURI

El Karakuri adquiere un papel más importante en las cacerías. Los kemono superan fácilmente a los cazadores en tamaño y fuerza, pero los artilugios que invocan los jugadores igualan el campo de juego. Pueden fabricar baluartes que actúen como escudo para poder beber pociones sin sufrir daños o pueden colocar trampas para retener a un monstruo y poder atizarle con las armas.

Fuerza Omega hace un buen trabajo creando herramientas Karakuri que resultan esenciales para derrotar a algunos Kemono. Los baluartes proporcionan un escudo contra los ataques y en ellos los jugadores pueden realizar poderosos ataques de salto. Otras veces, los jugadores necesitarán fuegos artificiales para aturdir a un enemigo volador para que caiga al suelo.

Con hasta tres jugadores luchando contra una criatura, los jugadores tendrán que coordinar qué Karakuri construir para acabar con un monstruo. Los jugadores pueden utilizar baluartes para canalizar a un monstruo hacia una trampa o bloquear su ruta de escape. Las herramientas son sorprendentemente divertidas de usar y fomentan la creatividad y el ingenio.

La otra parte del combate es dominar las ocho armas de “Corazones Salvajes”. Son un arsenal diverso que los jugadores pueden potenciar utilizando piezas Kemono. Por desgracia, no son tan complejas ni tan profundas como las de “Monster Hunter”. Son más fáciles de aprender, pero una vez que los jugadores dominan los pocos combos, muchos de ellos se vuelven aburridos de usar, ya que los jugadores machacan los mismos movimientos repetidamente.

Es una de las áreas en las que “Corazones salvajes” podría haberse ampliado y pulido. Me hubiera gustado que la Fuerza Omega permitiera a los jugadores acortar los combos para deslizarse. Sin esto, los controles parecen demasiado poco sensibles a veces.

UN MUNDO QUE SE SIENTE DINÁMICO

Aunque el combate de “Wild Hearts” no es precisamente estelar, acierta en las otras partes del género de caza. Omega Force mantiene un bucle de juego satisfactorio consistente en matar monstruos por piezas y usar esas piezas para mejorar armas y armaduras con el fin de luchar contra monstruos más duros. Además, los jugadores pueden mejorar sus Karakuri mediante un árbol de habilidades. El juego recompensa a quienes mejoran su habilidad con el tiempo.

“Corazones Salvajes” añade más innovación haciendo evolucionar los mapas a lo largo de la campaña. A medida que los jugadores avanzan en la historia principal, el mundo cambia a medida que las bestias de la naturaleza entran y salen de los hábitats.

Son tan poderosas que influyen en los escenarios, así que cuando un Deathstalker cubierto de hielo visita la Isla de los Espíritus, el paraíso tropical se vuelve gélido con nieve y escarcha. En otro lugar, un Kingtusk podría traer un ambiente primaveral al gélido Fuerte Fuyufasagi. El impacto hace que el mundo parezca más vivo y dinámico, aunque sorprendentemente los propios Kemono no interactúen entre sí.

Dicho esto, “Wild Hearts” infunde nuevas ideas al género, y el juego se establece como legítimo competidor de “Monster Hunter”. La ventaja de la rivalidad es que empuja a los competidores a ser mejores, y con “Wild Hearts” en escena, “Monster Hunter” tendrá que mejorar su juego si quiere conservar su corona.

Agradecemos a EA por brindarnos una copia del juego para Xbox Series X y hacer su reseña.

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