Diablo IV: Un exitoso regreso a la Oscuridad

Diablo IV ha tardado en llegar debido a los esfuerzos de Blizzard por corregir errores pasados y asegurarse de que esté completamente listo antes de su lanzamiento al público y todo lo que hemos experimentado nos da la impresión de que Diablo IV podría convertirse en un juego que cautivará a muchas personas durante mucho tiempo.

Diablo IV es un portal en el tiempo: cuando comienzas a jugar, fácilmente pierdes la noción del tiempo, sumergiéndote en un hermoso mundo gótico para explorar y disfrutar de una amplia variedad de clases con las que experimentar, lo que lo convierte en una experiencia irresistible.

Regresando a Santuario, la historia de Diablo puede ser tan simple o compleja como desees. Puedes sumergirte en una extensa trama de codicia humana y rebelión demoníaca o simplemente saltarte el diálogo y disfrutar de las impresionantes escenas.

La buena noticia es que Diablo IV no requiere conocimientos previos si no estás al tanto de los príncipes y poderes demoníacos que han sido derrotados en juegos anteriores y los que aún están presentes, posiblemente atrapados en piedras de alma.

A través de una impresionante cinemática de apertura, se establece rápidamente que hay un nuevo villano en el mundo de Santuario: Lilith, hija de Mephisto y una amenaza en todos los sentidos. Ha regresado gracias a un perturbador ritual y no tiene intenciones de hacer algo bueno. Dependerá de tu personaje detenerla, con la ayuda de varios personajes secundarios condenados al fracaso.

Conocerás a miembros del reparto que intentan descubrir los planes de Lilith y cómo detenerla, y Diablo IV continúa con la tradición de la serie de matar a estos buenos personajes sin restricciones, lo que da lugar a momentos oscuros y divertidos.

Desde el punto de vista técnico, la narrativa del juego ha mejorado considerablemente en comparación con sus predecesores, gracias a una mayor cantidad de escenas cinemáticas que lucen increíbles. Los aspectos y las armaduras personalizadas de tu personaje se presentan de manera precisa, y se muestra una amplia gama de emociones.

Las cinemáticas pre-renderizadas de Blizzard no tienen nada que envidiar a otras, pero no logran brindar la misma inmersión. Es agradable jugar Diablo IV y ver y escuchar tanto a nuestro personaje. De hecho, es en el aspecto técnico donde Diablo IV realmente da un salto adelante, aunque algunas de las características del juego resultarán familiares para aquellos que hayan invertido horas en Diablo III.

El combate “hack-and-slash” rara vez es tan satisfactorio, con tiempos de reutilización que requieren habilidad y sinergias esperando a ser descubiertas. Cada clase ofrece tantas opciones que resulta asombroso pensar en todas las combinaciones que se pueden probar.

El árbol de habilidades rediseñado es más fácil de navegar y se puede reasignar rápidamente para experimentar con nuevas construcciones. Terminar la larga campaña del juego nos hizo preguntarnos si deberíamos comenzar de nuevo con una nueva clase de inmediato.

Las hordas de enemigos son abundantes y, en general, fáciles de derrotar, pero puedes aumentar fácilmente la dificultad de todo el reino si deseas un desafío más duro y mayores recompensas. La diferencia entre los dos primeros niveles de dificultad es notable y hace que las cosas sean inmediatamente más gratificantes y desafiantes.

El mundo de Diablo IV también es enorme, con una variedad de zonas distintas y diferentes por explorar, enormes jefes a los que enfrentarse y mazmorras bien diseñadas, algunas generadas de forma procedural que se repiten infinitamente.

También nos encanta lo fácil que se han vuelto algunas cosas. Una nueva rueda de emoticonos incluye la posibilidad de teletransportarse fuera en cualquier momento, mientras que ir a la ciudad y regresar a las profundidades para visitar al herrero o al mercader nunca ha sido tan sencillo. Esto nos hace recordar los desafíos que solíamos enfrentar al conseguir pergaminos de portal de ciudad en el pasado y nos alegra ver que ya no tenemos que preocuparnos por eso.

El factor adictivo está de vuelta y no podría ser más poderoso. Las fuentes de botín son tan atractivas como siempre, con poderes y variables tentadoras, y los niveles de botín más raros se han guardado de manera inteligente para asegurarse de que sean realmente especiales cuando aparecen.

Además, ahora puedes cambiar el aspecto de tu armadura sin restricciones, siempre y cuando hayas rescatado una pieza para incluir su diseño en tu guardarropa. Esto hace que la moda sea más versátil que nunca y seguramente impulsará la diversión en el juego cuando se lance la versión completa.

Jugamos a Diablo IV en una Xbox Series X y, gráficamente, el juego es hermoso e impresionante, aunque no teníamos mucho control sobre los ajustes gráficos. Es un juego visualmente atractivo que no necesariamente te dejará boquiabierto por su fidelidad, pero que conquista gracias a su atención al detalle.

El mundo de Santuario vuelve a ser tan oscuro y melancólico como los jugadores exigieron durante la presentación de Diablo 3, con sus sinuosas minas y ruinas salpicadas de sangre que crean una atmósfera repugnante, pero muy bien hecha.

Los calabozos son gratificantes de explorar, pero lo que realmente une a todo el mundo es lo reactivo que es el entorno: cada pedazo de escenografía se puede romper y dispersar, a veces para obtener botín, pero más a menudo por pura diversión.

Esto garantiza que las habitaciones queden hechas un caos después de un combate, y el diseño de sonido que acompaña a cada reacción es muy satisfactorio, desde crujidos hasta ruidos de madera y cofres que se abren.

Diablo IV marca el regreso de la serie con un juego que promete una cantidad casi ilimitada de contenido para aquellos que quieran sumergirse en su final, pero también ofrece una campaña fantástica para aquellos que buscan una experiencia más limitada.

Los aspectos visuales y sonoros son magníficos, y es muy divertido experimentar con las clases. Todo el juego está impregnado, como era de esperar, de una atmósfera sombría y gótica para pasar un buen rato. Prepárese a estar varias horas descubriendo y gozando de todo lo que ofrece Diablo IV.