Reseña de Batora: Lost Haven

Cuando probé Batora: Lost Haven hace un tiempo, me quedé con más dudas que entusiasmo. Si bien disfruté principalmente del combate, me costó encontrar contexto en una demo que hizo poco para mostrar lo que el juego realmente es. Me complace decir que el equilibrio ha cambiado, aunque no del todo.

Batora tiene lugar justo después de la destrucción de la Tierra por antiguas fuerzas cósmicas. Como Avril, has sido elegido para convertirte en el Guardián del Equilibrio, un ser poderoso que eventualmente tendrá el poder de corregir los errores del universo, salvando finalmente el planeta Tierra y toda la Creación en general. Sin embargo, la historia pierde poco tiempo en lanzarte exposición y palabras inventadas. Viene tan densa y rápidamente que no siempre es fácil seguir lo que estás haciendo o por qué, y no ayuda el tener a uno de los protagonistas más irritantes que he visto en un tiempo.

Avril es arrogante, burlona y casi insoportablemente arrogante en ocasiones. Para una chica que recientemente perdió casi todo y todos los que conoce, es casi dolorosamente trivial frente a casi todo. Su mejor amiga Mia también ha sido rescatada y traída al planeta Gryja, y la constante charla impertinente entre las dos comenzó a molestar después de un tiempo. Avril se encuentra constantemente con enormes entidades cósmicas que la quieren muerta por una razón u otra, y ella las saluda a todas con el mismo nivel de sarcasmo. Incluso cuando la historia toma giros inesperadamente trágicos de vez en cuando, las dos chicas vuelven a las observaciones mordaces y las bromas internas unos minutos después.

Dejando eso de lado, hay elementos de la historia que funcionan absolutamente. Por ejemplo, a menudo se te presentan opciones que te empujan hacia estados de Destructor o Salvador. Si bien esperaba poco más que finales diferentes, me sorprendió ver que la historia divergía según las elecciones que hacía. Traté de jugar lo más posible como Salvador, y esto aún ocasionalmente llevó a la muerte de personajes u otras calamidades. Realmente no hay un camino “bueno” o “malo”, y simplemente debes hacer lo que creas que es correcto en una situación dada.

Honestamente, esto eleva considerablemente a Batora: Lost Haven. Hace que la historia se sienta impredecible y va en cierta medida hacía hacer que Avril parezca menos exasperante. El combate también es bastante divertido, aunque un poco repetitivo a veces. Como Guardián del Equilibrio, Avril puede cambiar entre dos estados: Físico y Mental. En el primero, lucha con una espada enorme, y en el segundo, usa proyectiles de energía para destruir enemigos. Los enemigos codificados por colores requieren que cambies constantemente de estado para sobrevivir.

Además, el diseño artístico del juego es simplemente precioso. La mayoría de los entornos son lugares al aire libre terrosos, pero el uso de la luz es fascinante en ocasiones. El uso del naranja y el púrpura para denotar el estado de Avril es hermoso, y algunas de las imágenes de carga son simplemente increíbles. Es un juego realmente bonito, y también es mucho más suave y fluido que en la etapa de vista previa.

Si bien no hace nada superoriginal, Batora: Lost Haven es un juego de acción agradable con suficiente combate y acertijos para mantenerte ocupado por un tiempo. El diálogo puede no molestarte tanto como a mí, pero de cualquier manera, el juego en sí lo salva cada vez. Es atractivo, rápido y satisfactorio de jugar, y al final del día, eso es lo que realmente importa.