Skull and Bones: Una Travesía Llena de Promesas Incumplidas (Reseña)

Desde que se anunció Skull and Bones, poco después del lanzamiento de Assassin’s Creed 4: Black Flag, la emoción era palpable por la idea de sumergirse por completo en la vida pirata. Todos esperábamos algo similar a la experiencia de navegar en Black Flag, pero sin la influencia de Assassin’s Creed. Sin embargo, lo que obtuvimos fue algo distinto.

Si la definición de “cuádruple A” implica un enfoque en un servicio en vivo que resulta ser un mundo costoso, pero carente de vida, limitándote a una serie de actividades con la ilusión de libertad, y priorizando las monedas digitales mientras elimina las partes realmente divertidas del juego, entonces Skull and Bones ciertamente encaja en esa categoría.

Es inevitable compararlo con Black Flag, una fuente de inspiración evidente, así como con Sea of Thieves, otro juego de piratas relevante. En casi todos los aspectos, Skull and Bones me hace desear dejar el control y jugar cualquiera de esos otros juegos en su lugar.

Cuando uno piensa en un juego de piratas, la imagen de barcos y combates navales viene a la mente de inmediato. Ubisoft ha demostrado su habilidad en este aspecto con la serie Assassin’s Creed, especialmente desde el tercer juego. En ese sentido, el combate naval en Skull and Bones es competente, pero no supera las implementaciones anteriores en juegos de Ubisoft. ¿Por qué ahora el barco tiene una barra de resistencia para navegar a toda vela? La razón no está clara, y sea cual sea, resulta poco satisfactoria. El desafío debería surgir de la gestión del barco en su entorno, no de la gestión de una estadística artificial.

Una de las principales atracciones de Black Flag y Sea of Thieves son los barcos, que se sienten como una extensión del mundo del jugador. En Skull and Bones, sin embargo, el barco es el único foco. No hay interacción con la tripulación, ni exploración de la cubierta, ni siquiera la oportunidad de subir al mástil. Es solo un elemento visual mientras te sientas al timón, y eso limita significativamente la inmersión.

En Black Flag, abordar barcos enemigos era una experiencia emocionante y táctica. En Skull and Bones, se reduce a una breve escena seguida de la obtención de botín. El mundo del juego se siente superpoblado, pero vacío, con marcadores de misión saturando el horizonte, lo que lo convierte en una experiencia poco envolvente.

Además de los combates navales, otros elementos clave de la vida pirata están notablemente ausentes en Skull and Bones, como la búsqueda del tesoro y las peleas cuerpo a cuerpo. La falta de estas características es decepcionante y reduce significativamente la variedad y la inmersión del juego.

La presencia de microtransacciones en un juego de precio completo es difícil de justificar, incluso si se limitan a aspectos cosméticos. Si bien Skull and Bones ofrece opciones de personalización, estas transacciones adicionales parecen innecesarias y pueden alejar a algunos jugadores.

En resumen, Skull and Bones no cumple con las expectativas de lo que un juego de piratas debería ofrecer. Su falta de innovación y la ausencia de elementos básicos de la experiencia pirata lo hacen difícil de recomendar, especialmente en comparación con títulos más antiguos y exitosos como Black Flag y Sea of Thieves. Es hora de mirar hacia el horizonte en busca de nuevas aventuras piratas que llenen este vacío en el mercado de los videojuegos.

Skull and Bones se encuentra disponible para PlayStation 5, Xbox Series X|S y Microsoft Windows.