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Reseña de Call of Duty: Modern Warfare III

Call of Duty: Modern Warfare III es la tercera entrega de la reimaginada trilogía de Activision Blizzard, carga su arsenal de armas, explosivos y una fuerte dosis de déjà vu. Celebrando el vigésimo aniversario de la exitosa serie de shooters en primera persona (FPS), esta iteración reintroduce personajes y mapas directamente del año 2009. Sin embargo, al invitar a comparaciones con la época dorada de Call of Duty, Modern Warfare 3 se encuentra con el desafío de llenar unas grandes botas de combate, un desafío que, lamentablemente, no supera completamente.

Uno de los puntos críticos de Modern Warfare 3 reside en su campaña, que parece haber sido tratada como una ocurrencia tardía. Continuando la historia de Modern Warfare 2, los soldados de élite de la Task Force 141 persiguen a Makarov, el ultranacionalista ruso responsable del sangriento atentado terrorista de falsa bandera que desencadenó la Tercera Guerra Mundial en la trilogía original.

modern warfare 3

A pesar de su intento de ser tan oscuro y descarnado como sus predecesores, Modern Warfare 3 no logra alcanzar ese tono. La caracterización de Makarov como un villano con cara de niño y métodos despiadados choca con diálogos cursis y tramas exageradamente inverosímiles. Un ejemplo es un nivel que se desarrolla en un estadio durante un tiroteo masivo, donde el jugador debe abrirse paso entre aficionados al fútbol que huyen para eliminar a los atacantes. Sin embargo, la intensidad se disuelve cuando el protagonista se embarca en un monólogo más apropiado para las narrativas de villanos de Marvel.

La esencia más destacada de una campaña de Call of Duty, es decir, la acción directa, apenas mejora. En lugar de los momentos taquilleros que han caracterizado a la franquicia, Modern Warfare 3 dedica la mayor parte de su tiempo a misiones de combate abiertas, zonas de estilo sandbox donde se deben completar objetivos con enfoques variados. Sin la guía de Sledgehammer Games, estos niveles carecen de vida y resultan tediosos. Los sistemas de sigilo y detección están mal implementados, haciendo que la planificación cuidadosa sea en su mayoría ineficaz. El resultado es una campaña breve que se puede completar en tres horas, sin una resolución significativa al final de la persecución caótica por todo el mundo.

Aunque Modern Warfare 3 titubea en el modo para un jugador, su multijugador brilla con excelencia. A pesar de la falta de nuevos mapas, la inclusión de modos de juego como Kill Confirmed y Control aporta frescura a la experiencia. El nuevo modo Cutthroat, con enfrentamientos basados en rondas entre tres equipos, destaca como el cambio más significativo desde 2009. Sin embargo, algunas fallas iniciales en el respawn han llevado a la desactivación temporal de ciertos mapas mientras Sledgehammer aborda estos problemas.

El ímpetu del multijugador contrasta con el modo Zombis de mundo abierto de Treyarch, que parece más un reskin de Warzone que un modo original. La premisa de enfrentarse a zombis en el nuevo mapa Urzikstan carece de la intensidad esperada, ya que el escenario resulta demasiado grande y falto de vida para transmitir la claustrofobia y la abrumadora superioridad numérica característica de este tipo de modos.

Para muchos aficionados, la oferta multijugador de Modern Warfare 3 será suficiente para sumergirse en el juego gracias a su ritmo rápido y equilibrio de armas. No obstante, considerando la decepcionante campaña, los problemas en el modo Zombis y la familiaridad de los mapas, esta entrega puede considerarse una fiesta de cumpleaños agridulce para una serie que debería estar celebrando su 20º aniversario con un mayor impacto.

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