Reseña: The Kid Who Would Be King

La historia del Rey Arturo ha sido llevada a la pantalla en varias ocasiones. Algunas de ellas son “Excalibur”, la animada “Sword in the Stone” y recientemente “King Arthur: Legend of the Sword”, observando claramente su gran influencia en Hollywood. Ahora nos llega “The Kid Who Would Be King”, brindando un toque moderno a la historia. Dirigida por Joe Cornish, quien se dio a conocer por su excelente película “Attack the Block”, nos trae la legendaria historia para nuestros tiempos.

En está versión conocemos a Alex (Louis Ashbourne Serkis), un joven preadolescente normal, quien desea no ser sujeto para que le hagan bully por lo demás. Un día su mejor amigo Bedders (Dean Chaumoo) es acorralado por Kaye (Rhianna Dorris) y Lance (Tom Taylor), dos de los más grandes bullies de la escuela. Al Alex ayudarlo es amenazado para luego tener que huir. Mientras Alex corre, entra a una construcción donde encuentra la famosa espada de Excalibur, removiendola con facilidad.

Al lograr sacar la espada de la piedra, despierta a Morgana (Rebecca Ferguson), la media hermana del Rey Arturo y ahora desea apoderarse del mundo. Además de despertar a la villana, tambien regresa el mago Merlin (Angus Imrie) para ayudar a Alex y sus amigos para detener a Morgana para salvar el mundo.

Influenciado por películas de los ochentas como “The Goonies”, vemos como Joe Cornish se dedica a crear un mundo y experiencia para aquellos que crecimos en los ochentas. Si uno fuera a comparar con algo más recurrente sería las de “Harry Potter” y “Percy Jackson”, pero “The Kid Who Would Be King” es mucho más sencilla y divertida, sin tener que recurrir a una base de libros, solo crear una buena historia.

Me gusto el hecho de utilizar un elenco de actores desconocidos, usando jovenes. Tienen la participación de veteranos como Patrick Stewart y Rebecca Ferguson, pero el grueso de la actuación no recae sobre ellos, sino los jovenes. Haciendo alusiones a la cultura pop como Mario Kart, nos da a conocer su punto más comedia y hecha para la familia.

Louis Ashbourne Serkis, se encarga del papel protagonista, haciendo un buen rol. Además de representar el héroe, nos presenta lo que conlleva ser un caballero y lo difícil que es vivir bajo su código.

Uno de los mejores papeles lo lleva a cabo Angus Imrie, quien interpreta al joven Merlin. La manera de proyectarse y reinventar al legendario personaje es bien interesante. Me encantaba cuando hacia las magias y con las manos las mueve haciendo signos, semejante a Doctor Strange, pero dando su toque peculiar.

Definitivamente una tremenda película para todos en la familia. Hay unos momentos cuando salen los monstruos que puede asustar a los más chicos, pero lo demás es excelente. Incluye varias enseñanzas como los bully y hacerle frente a ellos, incluso terminando como amigos.

“The Kid Who Would Be King” recibe una -A, siendo una tremenda sorpresa.