La segunda trilogía remasterizada de Tomb Raider ya está disponible llamado Tomb Raider 4-6 Remastered. Este es representando el tercer esfuerzo de Saber Interactive por restaurar la saga junto a Soul Reaver. Pero, ¿han conseguido elevar estos juegos a nuevas alturas o simplemente han maquillado sus defectos?
En mi análisis de la primera trilogía, detallé lo mejor y lo peor de las remasterizaciones, aunque con pocas críticas negativas. Sin embargo, esta vez nos encontramos con juegos más distintos entre sí, lo que requiere una evaluación individual. Aquí su tráiler.
La calidad de las remasterizaciones de Saber Interactive
Saber Interactive ha mantenido el alto nivel de calidad establecido en la primera trilogía remasterizada. La mejora en modelos, texturas en alta resolución e iluminación moderna está presente nuevamente. Además, los jugadores pueden alternar entre los gráficos originales y los actualizados en cualquier momento.
Otro punto positivo es la posibilidad de jugar con los controles originales o con un esquema modernizado. Las mejoras en la calidad de vida, como los indicadores de objetos interactuables, también están aquí. Sin embargo, The Angel of Darkness presenta algunas excepciones en cuanto a mejoras.
Pasemos a analizar cada juego en detalle de Tomb Raider 4-6 Remastered.
Tomb Raider Chronicles Remastered
Aclaración: Aunque hablamos primero de Chronicles, este es el quinto juego de la saga y la segunda entrega dentro de esta trilogía. Chronicles fue desarrollado en un momento de fatiga creativa dentro de Core Design, dando como resultado un juego fragmentado en cuatro historias independientes, conectadas débilmente por una trama general.
Los dos primeros segmentos son experiencias clásicas de Tomb Raider, con la primera parte en Roma resultando particularmente olvidable. La segunda, en Rusia, destaca por su tensión en espacios cerrados, a bordo de un submarino en peligro.
El tercer segmento es más innovador, con una joven Lara sin armas, lo que obliga a los jugadores a cambiar su enfoque. Sin embargo, la falta de mecánicas más elaboradas limita su potencial. Finalmente, el cuarto episodio introduce elementos de sigilo al estilo Metal Gear Solid, lo que lo hace el más memorable de todos.
En términos de remasterización, Saber ha hecho un trabajo impresionante, aunque el juego en sí sigue siendo uno de los menos notables de la saga. La mejora visual es evidente, y los controles modernizados lo hacen más disfrutable, pero sigue sin ser una experiencia imprescindible.
Tomb Raider: The Last Revelation Remastered
The Last Revelation fue el primer juego en intentar una ruptura con la fórmula clásica de la saga, y el resultado fue positivo. La mayoría del juego transcurre en Egipto, y aunque podría haberse vuelto repetitivo, la variedad de entornos y desafíos lo evita. Sus templos, trampas y acertijos siguen siendo algunos de los mejores de la serie.
El juego introdujo un sistema de niveles interconectados, dando la sensación de un mundo más cohesivo. Sin embargo, no logra la interconexión magistral que juegos posteriores, como Dark Souls, implementarían. Aun así, defiendo la idea de que The Last Revelation es superior a Tomb Raider 3.
Visualmente, la remasterización brilla. La mejora en la profundidad de campo y la impresionante skybox le dan un aire renovado al juego. Especialmente destacable es el nivel de la Gran Pirámide, que sigue siendo uno de los momentos más impactantes de la saga.
Tomb Raider: The Angel of Darkness Remastered
La remasterización de The Angel of Darkness presentaba un desafío particular: ¿cómo arreglar un juego con problemas tan fundamentales? El título original sufrió un desarrollo caótico, resultando en fallos técnicos, mecánicas mal implementadas y un diseño de niveles deficiente.
El remaster ha intentado restaurar contenido eliminado y mejorar la jugabilidad, pero AOD sigue siendo un juego torpe. Los controles, aunque ligeramente mejorados, siguen sintiéndose toscos. El combate y las plataformas continúan siendo una experiencia frustrante debido a la mala cámara y el diseño de niveles.
A nivel visual, la remasterización es extrañamente inconsistente. Aunque el hardware de PS2 era superior a los juegos anteriores, AOD termina siendo el peor visualmente de los remasters. En algunas secciones, la diferencia entre los gráficos originales y remasterizados es apenas perceptible.
Si eres un fan acérrimo de la serie y solo buscas una versión más jugable de AOD, esta es la mejor opción disponible. Sin embargo, si nunca lo has jugado, probablemente no valga la pena el esfuerzo.
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¿Vale la pena la segunda trilogía remasterizada?
Si bien Chronicles y AOD siguen siendo los puntos débiles de la saga, The Last Revelation brilla con la remasterización. Tomb Raider 4-6 Remastered es la colección en su conjunto ofrece mejoras significativas en calidad de vida y gráficos, pero sigue sin ser tan esencial como la primera trilogía remasterizada.
Para los fans de Tomb Raider, esta trilogía tiene valor, aunque sea solo por TLR. Para quienes buscan iniciarse en la saga, es mejor comenzar con la primera trilogía. Aquí pueden leer la reseña de Tomb Raider 1-3 Remastered.